viernes, 13 de julio de 2012

En la región de los pigmeos. El pecado de ser pequeño

Visita a la escuela salesiana de Don Bosco, donde colabora la Fundación Real Madrid | JL. Cuesta

Noche dura la que tuvo que pasar la expedición de Madrid Rumbo al Sur. Tras siete horas de viaje desde Dcshang, llegaron a Yaoundé en plena madrugada. Esta vez el campamento tenía cierto toque galáctico: habían llegado a las instalaciones de las Escuelas Salesianas de Don Bosco, en el barrio de Minbomam, con las que la Fundación Real Madrid se ha puesto en contacto para crear una escuela deportiva que utilice el fútbol de motivación para que los chavales se interesen también por su educación y logren salir de los problemas.
La pertenencia y la permanencia en el equipo que se seleccionará en septiembre no dependerá únicamente de la faceta deportiva, sino del comportamiento que los jóvenes tengan en la escuela.

'Madrid Rumbo al Sur' acudió allí para hacer entrega de 100 kits con camisetas, pantalones, calcetines y material de entrenamiento enviados por el Real Madrid. Decía el Padre Natalino durante la entrega que se había sentido orgulloso cuando llegó a la escuela por la mañana y se encontró el campo de fútbol y la cancha de baloncesto llena de jóvenes madrileños y cameruneses jugando juntos. Nadie les había dicho nada, nadie había organizado equipos. Simplemente surgió.
Jóvenes que viven realidades completamente opuestas, conectaron de forma inmediata con un balón como único intermediario. Si te dabas un paseo por las instalaciones durante la mañana podías escuchar las risas, los intentos empeñados por poder comunicarse en francés, las disculpas en ambos idiomas cuando a alguno se le escapaba una patada en la batalla por la pelota. El día de ayer transcurrió en esas instalaciones, con la música sonando a todo volumen. Y durante esas horas seguro que los jóvenes españoles pensaron más en los problemas de sus nuevos amigos que ellos mismos. “La vida en familia y la vida en el barrio son los problemas a los que se enfrentan estos chicos. Con esta escuela lo que se pretende es que tengan una formación para el futuro”, cuenta el Padre Natalino a los periodistas. “Y no sólo eso. Lo más importante es que los chicos llegarán a ser monitores y ayudarán a otros jóvenes a salir de los problemas”, concluye. Se trata de invertir no sólo en el presente, sino en el futuro.

La visita de los pigmeos Baka
En presente y futuro invierte también la ONG Zerca y Lejos, que desde hace 11 años trabaja en el sur de Camerún por los derechos de la población bantú Bulu y pigmea Baka que vive en la región de Bengbis, Djoum, Minton, Oveng y Olounou. Cerca de 200.000 personas de cuya educación, sanidad y asuntos legales se encarga esta ONG ante la desprotección que viven en Camerún. La población pigmea -nómada, cazadora y recolectora- es desde hace años excluida socialmente por una cuestión puramente física. Zerca y Lejos trata de luchar contra eso a través de sus 22 escuelas y sus dos hogares infantiles, en los que acogen a niños huérfanos, víctimas de maltrato o en riesgo de exclusión social.
Tras una larga charla con María Rebollo, responsable de la ONG, todos entendimos lo cruel de que la baja estatura les convierta en inferiores no sólo en centímetros sino también en derechos. Quizá por eso cuando ayer llegaron al campamento donde estaban los chavales de Madrid Rumbo al Sur y se sentaron con ellos a charlar, la sonrisa casi asomaba más por su mirada que por su boca. Habían recorrido 30 kilómetros a pie para poder viajar después hasta Yaoundé y conocer a sus nuevos amigos españoles. Tenían ganas y les compensó. Mañana serán ellos quienes reciban en su poblado a nuestros chicos y seguro que también compensa. Esto es Camerún.

Artículo publicado por Carolina Quesada, en el diario La Gaceta de Intereconomía: http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/madrid/region-los-pigmeos-pecado-ser-pequeno-20120712